Una receta de origen humilde y sabor exquisito
Crujientes, esponjosos y con un sabor delicioso. Los buñuelos de bacalao, catalogados por la Real Academia Española como «fruta de sartén», se han convertido en una receta típica de la gastronomía española que sirve tanto para impresionar al comensal a modo de entrante, como de plato principal. Hay tantas variaciones como chefs existen en el mundo, pero en cualquier caso, su resultado es una sensación para el paladar que enamora, incluso a los que no suelen comer pescado.
Sus orígenes son inciertos y se desconoce si su procedencia viene de Portugal, nuestro país vecino, ancestralmente dedicado a la pesca en el Gran Sol y Terranova, donde se localizan los bancos de bacalaos más importantes del Atlántico. Lo que está claro, es que esta receta forma parte del libro portugués Arte do Cozinheiro e do Copeiro, que publicó el Visconde de Vilarinho de S. Romão en el año 1841 bajo el nombre de Pastéis de cabalhau o Bolinhos de bacalhau. Con los años, esta receta tan sencilla y sabrosa se ha ido extendiendo por el resto de territorios llegando a ser, en la actualidad, típica en toda España y considerada como tradicional de Semana Santa, más concretamente en los días de cuaresma, por ser una alternativa a la carne, apta para todos los gustos.
Esta materia prima, tan abundante también en el Golfo de Vizcaya, se convirtió en un ingrediente perfecto para muchas recetas gracias a ser asequible y duradera –antiguamente el bacalao era el único pescado que se conservaba muy bien en seco y en salazón sin perder las cualidades–. Desde el típico esgarraet valenciano hasta la ensalada malagueña, de la esqueixada al cordobés bacalao con naranja o al pil-pil, el bacalao se ha ido incorporando a muchos y diferentes recetarios mediante cocinados singulares.
En la actualidad, es muy común ver y consumir buñuelos de bacalao en restaurantes de toda España. Los chefs suelen acompañar esta creación con salsas diversas que aportan un extra de sabor y complementan muy bien con el gusto profundo del bacalao. Las más habituales son el all i oli o la mahonesa, la salsa romesco, o la de pimientos del piquillo, por la que se decanta el restaurante gastronómico Aura, situado en La Plaza Oliva Nova.