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La playa de Oliva Nova es una de las playas vírgenes más extensas del litoral valenciano. Una de las pocas que no ha sido transformada por el hombre. Un terreno salvaje que escapó de la construcción inmobiliaria en primera línea que ayuda a conservar, con sus dunas naturales, la flora y la fauna de la costa donde limitan las provincias de Valencia y Alicante. Un buen ejemplo, sin duda, de cómo hay que mantener las playas, y el mar, en estos momentos de especial sensibilidad hacia la salud de nuestros mares y del planeta en general.

Para ahondar en la conciencia colectiva, desde Oliva Nova recordamos algunas pautas para salvaguardar nuestras costas de la contaminación del hombre.

Los mares son, en algunos puntos de la Tierra, auténticos vertederos. El pasado año, la prestigiosa publicación Science publicó un estudio en el que reflejaba que en el año 2010 se vertieron ocho millones de toneladas de plástico y se estimaba que la masa de residuos crecería cada año: se llegarían lanzar al mar más de nueve millones en 2015 y se acumularían más de 150 en el año 2025. Las principales causas, según apuntan desde el sitio web oficial de la Jornada Europea de Limpieza de Espacios Públicos, son “los patrones insostenibles de consumo y producción de la sociedad actual, las deficientes estrategias de gestión de residuos y la falta de sensibilización de la población”. Las cifras son, desde luego, preocupantes.

Una playa virgen, como la de Oliva Nova, invita a disfrutarla y a respetarla para no variar su esencia natural. No es necesario dar pautas, porque las sabemos ya, pero sí recordarlas. Teniendo en cuenta que el 80 % de la contaminación de los mares está causado por el ser humano, hay una serie de comportamientos que ayudan a mantener limpias nuestras costas. Todo lo que podamos hacer desde la playa, más allá de la contaminación que llega a las aguas desde los desagües y los barcos, es sumar.

No debemos olvidar ser respetuosos con el entorno. Nada de arrancar esa flor que te parece tan bonita para llevártela a casa o de importunar a los peces mientras buceas o haces esnórquel. Mención aparte merecen las colillas y la ceniza. No las dejes en la arena, ni por supuesto en el agua. Intenta guardarlas en algún lugar que no sea inflamable y cuando abandones la playa tíralas en un recipiente adecuado.

El problema del plástico en los océanos es uno de los más importantes. Esto ya lo sabes, pero no está de más insistir. Nada de dejar plásticos en la arena o en el agua. Todo a la papelera. Según Naciones Unidas, 8 millones de toneladas de plástico al año acaban en los océanos, causando estragos en la vida silvestre. Cuidado con las pajitas de plástico, ya que pese a su pequeño tamaño tardan en descomponerse hasta mil años. Muchas acaban en el agua y son ingeridas por diferentes especies marinas. Como dato, una botella de plástico tarda en degradarse de 150 a 500 años, dependiendo de si está a la intemperie o enterrada.

Es importante recordar cuánto cuesta en que se degraden la basura que dejamos, a veces sin querer, en una playa. La definición de biodegradable es sencilla: son aquellas sustancias y productos que pueden descomponerse en ambientes naturales debido a la acción de plantas, animales, microorganismos y hongos. Sin embargo, no todos los materiales

son biodegradables. A este segundo grupo de materiales se les engloba bajo la definición de sustancias recalcitrantes. La mayor parte de productos que tenemos en casa están fabricados con materiales biodegradables, sin embargo, el tiempo de degradación varía según su composición.

¿CUÁNTO TARDA EN DEGRADARSE LA BASURA?

  • RESIDUOS ORGÁNICOS: 4 SEMANAS
    Los desechos y residuos orgánicos tardan tan sólo 4 semanas en degradarse, además de servir como abono para muchas plantas.
  • PAPEL Y CARTÓN: 1 AÑO
    Al ser básicamente celulosa, su tiempo de descomposición es escaso. Además, si el ambiente es lluvioso y se encuentra en la superficie, su biodegradación se acelera. El problema puede residir en las tintas que se emplean.
  • UN BOTE DE REFRESCO: 10 AÑOS
    Son los años que tarda la naturaleza en convertir el aluminio en óxido de hierro.
  • PLÁSTICO: 150 0 A 1.000 AÑOS
    Las bolsas de plástico, fabricadas con polietileno de baja densidad, tardan más de un siglo en descomponerse totalmente. En la actualidad hay alternativas, como las bolsas de fécula de patata. Sin embargo, las botellas de plástico pueden tardar en degradarse hasta 1.000 años si permanecen enterradas. En el mar, su degradación es mucho más rápida: unos 100 años.
  • VIDRIO: HASTA 4.000 AÑOS
    Para los microorganismos del suelo es muy difícil realizar su descomposición, sean cuales sean las dimensiones y las formas (botellas de vidrio, vasos, gafas de cristal…).
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