Anna Recatalà
Fue en la década de los 70 cuando Siegfried Borho visualizó en qué podía convertirse el enclave situado entre la Marjal Pego-Oliva y las playas vírgenes de la zona. Hasta el momento (CHG) Construcciones Hispano Germanas, la promotora que lideraba este emprendedor alemán, había centrado todos sus esfuerzos en la localidad de Dénia, a unos 20 kilómetros de distancia, pero la empresa ya estaba consolidada y era el momento de dar el salto y expandirse.
Aunque no todos fueron capaces de imaginar lo que hoy en día se conoce como Oliva Nova, Siegfried y su equipo empezaron a construir el complejo en 1986. Primero apostaron por un pequeño edificio de seis apartamentos que en 1993 se convertiría en el hotel; más adelante siguieron por un campo de golf de 18 hoyos diseñado por el legendario Severiano Ballesteros; en la década de los 2000 se construyeron cuatro campos de césped natural para atraer a los equipos profesionales de fútbol y rugby; y en 2012, el centro ecuestre, uno de los más reconocidos y valorados por los jinetes y las amazonas profesionales de todo el mundo.
A día de hoy, y después de 30 años siendo el lugar de referencia de la Costa Blanca, el Grupo CHG cuenta con una superficie de 1,6 millones de m2 y alberga todo tipo de alojamientos y viviendas de lujo, pistas de pádel, cuatro campos de fútbol para profesionales y amateurs, un centro wellness con spa y gimnasio, además de ofrecer infinidad de servicios que hacen que la estancia en primera línea del Mediterráneo sea excepcional.
Desde el año 2009, Carlos, Carolina, Cristina, Luis y Pablo, los hijos del empresario, velan por mantener vivo el espíritu de su padre y que Oliva Nova siga siendo un lugar acogedor y familiar donde vivir y pasar tiempo de calidad.
La familia del Grupo CHG