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Por su historia, por su ambiente y, sobre todo, por las sorpresas que ofrecen al visitante, los mercadillos, los rastros de toda la vida, enganchan. Tanto para los que acuden semanalmente como si fuera una liturgia como para los que no pierden ocasión de rebuscar todo tipo de objetos entre sus puestos. Muy cerca de Oliva Nova están algunos de los mejores bazares callejeros

RIURAU, UN MERCADILLO DE OBLIGADA VISITA

El Mercado de Riurau está ubicado en Jesús Pobre, en las faldas del Montgó, entre Dénia y Jávea. Un bazar donde podemos encontrar, todos los domingos del año, productos frescos de la huerta: frutas, hortalizas, aceite, olivas, dulces y un largo etcétera, además de elementos de artesanía de la zona. El primer domingo de cada mes coincide con la feria de segunda mano y coleccionismo en la que encontramos todo tipo de artículos y curiosidades: muebles de todos los estilos y épocas, cerámica, lámparas, pinturas, artículos vintage, discos, máquinas de coser, cámaras de fotos, relojes o monedas de colección.

Lo que comenzó siendo una alternativa a la crisis se ha convertido en todo un éxito, no solo económico sino también cultural. El Mercado del Riurau permite conocer de cerca a agricultores, panaderos, artesanos y creativos que muestran su producto sin intermediarios.

Los agricultores que acuden a este mercado, el pionero de los hoy llamados mercats de la terra, exponen sus productos aún con las gotas del rocío de la madrugada en que han sido recogidos. La creciente presencia de compradores les ha hecho involucrarse más en sus huertos, donde aplican fórmulas de trabajo heredadas de sus padres y abuelos, evitan los abonos químicos y cosechan respetando el entorno.

Junto a las frutas y hortalizas hay un elemento estrella en este mercado. En hornos de leña clásicos se preparan las cocas de la marina: una base de masa de harina extendida sobre la que se dispone tomate previamente preparado; hierbas naturales de la comarca, guisantes con cebolla o, simplemente, unas anchoas o embutido casero.

XALÓ, UN BAZAR MÁS EUROPEO QUE ESPAÑOL

El Mercado de Xaló es, para algunos, el más importante de la provincia de Alicante. Un mercado de objetos que fueron despreciados y que, hoy, se valoran como oro en paño. Piezas únicas cuyo valor lo determinará, en muchos casos, nuestra capacidad de negociar con el vendedor.

En el Mercado de Xaló, que se instala todos los sábados del año, podemos encontrar lo más sorprendente. La oferta de este rastro es infinita. Desde ropa usada y sin usar, fósiles y minerales, viejas máquinas de escribir, fotografías antiguas, muebles y menaje antiguos, monedas de otros países, objetos de labranza en desuso, vajillas, ropa de piel de segunda mano, utensilios de cocina, juguetes antiguos, artículos de decoración hechos a mano en mimbre, cámaras De fotos, artículos militares y un largo etcétera.

Un gran número de puestos de este mercado tan singular son de residentes extranjeros de la zona, por lo que encontraremos objetos no sólo de la comarca, sino de otras partes de Europa. Un dato: si somos aficionados a la búsqueda de libros de segunda mano, abundan más los libros en alemán o en inglés que en castellano.

DÉNIA Y SU VIDA EN LA CALLE

En Dénia tienen lugar dos de los principales mercados callejeros de la Marina Alta, cada uno con sus propias características. Son el mercadillo de lunes y el rastro de los viernes. Ambos ‘abren’ durante todo el año.

El mercadillo de los lunes es el más grande de los que tiene lugar en la comarca, y tiene como nota característica la gran afluencia de público que lo visita, ya que no sólo vecinos de Dénia acuden allí a comprar, sino también de otras poblaciones próximas. Se instala durante toda la mañana en la explanada de Torrecremada, en la periferia de la ciudad, y allí se ofrecen todo tipo de artículos, tanto de ropa como de alimentación o utensilios para la casa.

Menos concurrido es el mercado de los viernes. En este caso, se trata de un rastro en toda regla, en el que lo que se ofrece son artículos usados y antigüedades. Tradicionalmente también se había realizado en Torrecremada, pero desde hace dos años se ha desplazado al centro de la ciudad, en la calle La Via. No obstante, durante el verano regresa a Torrecremada para entorpecer menos el tráfico en el casco urbano.

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