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Valencia está de moda y la explicación es sencilla: es una ciudad maravillosa. Una urbe que entron­ca historia y modernidad, que con sus 2.000 años de historia (fue fundada por los romanos con el nombre de Valentia) ha ido configurándose hasta ser uno de los centros turísticos de primer orden en Europa. Hay muchos motivos. Su luz brillante y sorollesca, alegre, casi perpetua du­rante todo el año, alumbra monumentos y rincones increíbles. Valencia ha sabido conservar su carácter histórico mantenien­do sus edificios góticos, renacentistas y barrocos, una conjun­ción perfecta entre lo antiguo y lo moderno que apreciare­mos al recorrer sus calles y plazas. La Catedral construida en 1272, de estilo predominantemente gótico, contiene elemen­tos románicos, renacentistas, barrocos y neoclásicos. A su lado, la Basílica (barroco), que desemboca en la hermosa Plaza de la Virgen, con su imponente torre (el Miguelete, de estilo góti­co) mandando, solemne, sobre la ciudad. A una manzana, la Lonja de la Seda, el Mercado Central (parada obligada por todos los famosos que visitan Valencia por la calidad de sus productos recién recolectados de la huerta) y, por supuesto, las torres de Quart y de Serranos. Las puertas de la ciudad, que aún conserva parte de su muralla árabe y cristiana. Una ciudad fluvial levantada junto al río Turia, cuya fisonomía ha ido cambiando para abrirse al mar, una ventana azul y fresca donde se levanta su complejo arquitectónico más universal: la Ciudad de las Artes y las Ciencias, la imagen de la Valencia lozana, moderna, abierta al mundo. Su oferta es tan inmensa como impresionante es su morfología: el museo Príncipe Felipe, dedicado a la ciencia; el Hemisfè­ric, el Palau de les Arts y el Oceanográfico, el más grande de Europa. Perderse en Valencia es, de verdad, una aventu­ra apasionante. Inolvidable.

5 VISITAS CULTURALES QUE NO PUEDES PERDERTE EN VALENCIA

Lo tenemos al alcance de la mano. Un paseo de ape­nas una hora en coche por la A7 desde Oliva nos permitirá adentrarnos en el corazón de la ciudad de Valencia y disfrutar de su rica oferta cultural, y en especial la centrada en las artes plásticas, pues no en balde se considera a la región valenciana cuna de grandes artistas.

Valencia, en concreto, nos ofrece un abanico de espacios dedicados al arte con fondos de todos los estilos y épocas. Las pinacotecas y espacios artísticos valencianos no tienen la proyección internacional y popular de los grandes centros mun­diales como el Prado, el Louvre parisino o el MoMA de Nue­va York, pero para los buenos aficionados a las artes plásticas, tanto clásicas como contemporáneas, se pueden convertir en todo un descubrimiento. Os invitamos por ello a un recorrido por algunos de los más interesantes puntos culturales de Valencia, pequeños pero valiosos centros culturales.

MUSEO DE BELLAS ARTES

También conocido por el nombre del antiguo convento que lo alberga, San Pío V. Se trata de una pinacoteca de titu­laridad estatal –la segunda en importancia tras el Prado– ges­tionada por la Comunidad Valenciana. De sus paredes cuel­gan cuadros de diversos movimientos pictóricos encuadrados entre los siglos XIV y XX, entre los que destaca su valiosa co­lección de pintura gótica, así como los fondos renacentistas, barrocos y de la reconocida escuela pictórica valenciana del XIX. Su punto fuerte es la colección estable, compuesta de casi 3.000 pinturas de artistas de la talla de Velázquez, El Greco, Ribera o Murillo. Aunque en el museo se ven representadas tanto escuelas extranjeras como españolas, predominan los clásicos maestros valencianos. Creadores de prestigio europeo, a caballo entre el Gótico y el Renacimiento como Jacomart, Reixach, Vicent Macip o Juan de Juanes, confieren a la colec­ción de pintura antigua de este museo nivel internacional. El arte del xix, con figuras como Ignacio Pinazo, José Benlliure o el celebrado Joaquín Sorolla dotan de gran proyección al San Pío V. Un plan muy atractivo que lo es más si cabe, por su entrada gratuita.

Fachada Art-Decó de la antigua Fábrica de Bombas Gens reconvertida en un centro de arte contemporáneo.

BOMBAS GENS

Este centro de arte contemporáneo heredó su nombre del edificio en el que se sitúa: una antigua fábrica de maquinaria y bombas hidráulicas levantada en los años 30 que, hasta hace unos pocos meses, estaba en ruinas y parecía condenada a la demolición. Gracias a la iniciativa de una fundación mece­nas, se han acondicionado cinco naves industriales (en total 2.600 m2) que son utilizadas como salas de exhibición. Bom­bas Gens muestra en estos momentos la exposición de arte abstracto ¿Ornamento=delito?, organizada en torno a la propia colección de su fundación, Per amor al art. Ésta tiene como fin acercar al público a diversos momentos históricos y a con­textos concretos, como el arte español de final del siglo xx, la fotografía o la pintura abstracta de las vanguardias. Per amor al art cuenta con una colección cifra­da en más de 1.300 piezas, que entre otras líneas de adquisición se especia­liza en series fotográficas completas, como la del británico Paul Graham, cuya muestra La blancura de la balle­na también se exhibe este trimestre en sus salas. El acceso a Bombas Gens es gratuito.

CENTRO DEL CARMEN

El Real Monasterio de Nuestra Señora del Carmen fue construido en 1281 en la calle Roteros de Valencia, por aquel entonces fuera de las murallas árabes de la ciudad. A causa de las reformas que ha sufrido a lo largo de los siglos, se trata de un edificio de gran complejidad arquitectónica, que durante años fue sede de la Facultad de Bellas Artes. Por sus aulas pasaron muchos artistas, entre otros, los ya nombrados Pinazo, Sorolla o Benlliure a finales del xix, Renau o Arturo Ballester antes de la guerra y casi todos los artistas contemporáneos hasta los años 70, época en que fue abandonado el inmueble. En la actualidad, sus salas se han reconvertido en un centro de exposiciones temporales multidisciplinar, ofreciendo un continuo y cambiante ciclo de muestras. El lugar es muy agradable para pasear por sus dos claustros –uno gótico y otro renacentista–, leer un libro en uno de sus bancos de piedra o ver alguna de sus exposi­ciones. La entrada es gratuita.

IVAM

El IVAM (Institut Valencià d’Art Mo­dern) nació en 1986 con el objetivo de fo­mentar y difundir el arte moderno y contem­poráneo internacional. Si por algo destaca el IVAM es por su prestigiosa y amplia colec­ción adquirida en pocos años y sobre la base del legado de las herederas del escultor cubis­ta Julio González. Desde su inauguración, el museo ha ido nutriéndose de nuevas obras y donaciones, y a día de hoy cuenta con más de 11.300 obras pertenecientes a distintas corrientes y lenguajes artísticos. De esta colección surgen exposiciones monográficas, como las que actualmen­te pueden verse: Las constelaciones de Julio González y La eclo­sión de la abstracción, de las que damos cuenta en esta misma revista. La tarifa general de acceso al IVAM es de 6 euros. En los días festivos es gratuito.

Espectacular aspecto de la bóveda de San Nicolás a la altura del altar, con las pinturas barrocas restauradas sobre la estructura gótica.

IGLESIA DE SAN NICOLÁS

Oculta entre dos edificios de la calle Caballeros, en el nº35, podemos encontrar la Iglesia de San Nicolás y San Pedro Mártir. Se remonta al 138 a.C., como templo ro­mano, transformado en el siglo VIII en mezquita. Tras la conquista de Jaime I en 1238, se consagró como parroquia cristiana. Su apariencia actual fusiona una estructura gótica del siglo XV con la decoración barroca del XVII. Tras su es­pectacular restauración en febrero de 2016 por parte de la Fundación Hortensia Herrero, la iglesia pasó a conocerse popularmente como la “capilla sixtina valenciana” gracias a la recuperación de sus impresionantes frescos barrocos que decoran la bóveda de nervaduras góticas. Las pinturas datan del siglo XVIII y fueron obra de Antonio Palomino –reconocido como el Tiépolo español– y su discípulo Dionís Vidal. El conjunto pictórico ocupa un total de 1.900 m2, se conserva en perfecto estado y puede ser visitado por tan sólo tres euros.

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